miércoles, 30 de mayo de 2007

Del cine a la realidad


Con una historia de 102 años, el cine de hoy es la muestra de que en la pantalla todo puede pasar, que la ficción llegó a límites donde sólo la imaginación había posado, sin embargo la realidad expuesta, fría y sin escrúpulos supera cualquier sensación producida en el celuloide.


Hery Stephen Arboleda L.
mundoprensa@yahoo.com

Hoy hay tantos géneros en el cine como aficionados a ellos, sin embargo entre los llamados “proscritos” se encuentran los filmes que pocos oscares se ganan, que se hacen con un escaso presupuesto y que finalmente sólo buscan entretener. El terror y sus hermanos de serie B se cuentan entre ellos.
Con la monumental industria del cine actual el espacio para los cineastas de “bajo perfil”, que con una escasa inversión esperan producir una fortuna, se ha reducido a tal forma que sólo el video ha salvado sus carreras, sin embargo estas limitaciones han propiciado el surgimiento de otras formas de ver la pantalla, creando un peligroso submundo de filmaciones “caseras”, que incluyen la pornografía, los cortometrajes, la producción para Internet y finalmente las snuff movies, último peldaño del reality, y por ahora un mito que apenas comienza a descubrirse, en el que se muestran las mayores perversiones, con el aditivo de ser 100% reales.

Sangre y diversión
El género del terror nunca ha sido bien visto por los “presuntuosos” miembros de la Academia, éste nunca ha figurado notablemente en una entrega de los oscares y fue relegado desde el inicio para aficionados algunas veces tachados de irreverentes, antisociales y hasta “raros”.
Como todas las formas de hacer cine, el terror se diversificó rápidamente en subgéneros como el thriller*, el gore*, y las snuff*, entre otras.
El gore, el rey indiscutible del terror de los 80 comenzó realmente en los 60, cuando apenas nacía sutilmente la pornografía comercial, y cuando los filmes clásicos requerían una completa renovación, y aunque se conocían majestuosos intentos de este cine (Nosferatu, o Drácula con el inolvidable Bela Lugossi), la industria exigía ir hasta el extremo.
Un director sin renombre en Hoolywood, Herschell Gordon Lewis, estrenó en 1963 su opera prima “2000 maniacos”, creando sin querer, como el alguna vez afirmó, el género gore, con una consigna que después acuñaría ciertamente el crítico Jordi Costa: “Como en el caso del porno, el gore se define por una exigencia de contenido bastante inelegante: si no hay cine porno sin eyaculación, no hay cine gore sin mutilación. Con un matiz: si no hay cine porno sin coito real, no hay cine gore sin crimen simulado. A diferencia del porno, el gore entonces se dispone a engañar al espectador “. -Gore finalmente significa “sangre derramada”-.
Personajes clásicos, monstruos (freaks) y asesinos en serie comenzaron una evolución que se fue diluyendo en el tiempo: Freddy Krueguer con un guante de navajas destruía a los jóvenes desde los sueños, Jasson repartía “machetazos” en “Viernes 13”, un muñeco malévolo, mejor conocido como Chucky, mataba a diestra y siniestra, y cientos de zombies buscaban “cerebros frescos”. -Fue toda una época para los productores, que vieron sus arcas llenas a cuenta de los aficionados-.

La realidad sin cortes
Rápidamente las generaciones que disfrutaron con la ficción sanguinolenta, crecieron, y el género volvió a ser tan subterráneo como al principio; creció una nueva identidad, una nueva “sangre” influenciada por la tecnología, la televisión y la Internet, que buscaba emociones extremas, límites a los cuales la ficción ya no podía llegar.
La tendencia de buscar “actos extremos” sacó del mito a la pura realidad las llamadas snuff movies, hijas del “Mondo”*, que presentan grabaciones, generalmente poco profesionales, de asesinatos, violaciones, torturas, suicidios y aberraciones sexuales totalmente reales.
Al comienzo se pensó por los críticos e investigadores que sólo era un mito, pero ahora en la Internet se pueden encontrar tan fácilmente, que son precisamente los adolescentes quines conforman la mayor cantidad de fanáticos.
Aunque el verdadero snuff, radica en la preparación minuciosa del video, la mayoría de los que se encuentran en la red son grabaciones accidentales.
Las páginas que muestran estos videos se promocionan sin censura y ya han publicado célebres cintas, ya famosas en los medios de comunicación y que son el “domicilio” del snuff, directo al televisor. Entre estas podemos recordar la cruel grabación de la muerte de un soldado americano, donde se ve como extremistas islámicos le cercenaban la cabeza con un cuchillo.
Con estos antecedentes es posible que Drácula, Freddy y cuanto asesino en serie que haya aparecido en el cine son simples personajes “ficticios”, ya nada aterradores. –El verdadero terror está en la realidad, y a un clic de distancia-.
Espere en el próximo ENFOQUES la segunda parte de este artículo.



*Thriller: Hace mucho, mucho tiempo, el genero policiaco de suspense, que primaba la tensión por encima del problema o del contenido sociológico.
*Gore: En ingles, literalmente, sangre derramada, chorro de sangre. Termino acuñado para escribir el genero de terror mas grafico y directo, o bien determinadas escenas de algunas películas en concreto.
*Mondo: Termino procedente de los primeros documentales sensacionalistas italianos. Ha quedado como sinónimo de todo film documental, falso o no, que trate temas escabrosos, escatológicos, tremendistas y amarillos ("Holocausto canibal").
*Snuff Movies: Un mito consistente o una realidad aterradora. Teóricamente, se trataría de filmaciones semiprofesionales de asesinatos y torturas reales, realizadas con actores aficionados que, desde luego, no pueden volver a repetir su papel.



























No hay comentarios: